Remate de poesía 16

lunes, 17 de septiembre de 2018


Me pregunto:

¿Es la poesía un lenguaje común?

Sonrío mientras el café humeante me despierta.
Afuera gotea el ritmo del cielo.

Veamos:
Es urgencia de poner mundos donde no existe cosa alguna.
El sueño de explicarnos los imaginarios y los desahucios.
Querer hacer eco de nuestra intimidad en la psique de quien lee.

También es envidia de los amantes,
por que quien escribe no besa, ni abraza,
al menos no en el preciso instante en que lo imagina,
¿lo escribe o lo desea? un pensar de fe ciega.

He soñado con irme, volar con mi humo blanco,
sobre la carne y las naturalezas muertas o
entrar en limpísimas aguas rodeadas
por un bosque de otoño eterno, con neblina encima,
sepias bajo un cielo algodón tan blanco como frío,
queriendo dentro congelarme.

Incluso he soñado en mi lucidez
como una espera bajo un cielo
oscurecido sobre desiertas ruinas
aguardando el regreso de alguien –quien sea-
más allá de un mar en tempestad.

Para el poeta un día pasa y otro nace,
al mismo tiempo, del abismo crecen las flores,
tiene la muerte algo que las cosas colorea.
¿O solo es cosa de mi corazón bardo y policromo?

A veces quisiera, desistir de la poesía,
¿Saben? soy un hombre y estoy cansado,
¿Cómo poder ausentarme de mi mismo?
A veces lo logro y me despueblan las voces.
Pero siempre regreso a cuidar las propias ruinas.

Los piensos que esparcen mi alma de flores.
Flores que riego pacientemente y en silencio.
Es tiempo, mi cuerpo nube, ha llegado la hora del diluvio.

Lluevo y Florezco.
Disculpen, también soy olvido,
¿La pregunta inicial era?

Enrique Soberanes.

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