jueves, 17 de mayo de 2012




MAR

en el borde...

al filo de la tierra...

Yo

permanezco

en aquel lugar que se desploma

sobre su base mar adentro...

y recuerdo,

recuerdo de pronto

el aliento azucarado

de un niño mirando nubes

que Dios observa atento

levantando sus pliegues escamados de dragón,

le miró, a él, no al niño,

a este Dios que invento

mientras tiento letras,

le escucho quejarse:

“La historia tiene la culpa sobre mí y sobre mis palabras, sin odiar. Ellos están lejos, demasiado lejos de mi para que yo apoye una mano una vez o ligeramente.”

Mientras

yo

permanezco

en aquel lugar que se desploma

sobre su base mar adentro...

y recuerdo,

recuerdo de pronto

el aliento formol

de un aborto a remolque

de su cordón umbilical,

flotando ahí,

en el mar,

en el borde...

al filo de la tierra...


De “Poemas para olvidar: sustratos de una muda conciencia”
Enrique Soberanes

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Rifado...

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