DE SOL-EDADES

miércoles, 5 de agosto de 2009

Que hermoso es el momento justo...

El suspiro furioso y silbante del silencio.

La caricia de nuestra sangre derramada sobre la piel, el tuetano...


de pronto el fierro frio se palpa incandesente atravesando todo tu pensamiento.


Hemos caido al suelo palpando nuestra honra...
...aquella que viene de la propia voluntad.

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