Estoy despierto
llueve a destiempo
los perros ladran la noche
con sus hocicos vigilantes.
Estoy tejiendo luceros,
con las puntas atroces de mi vigilia;
quizá sea la única vez
que mi luz
llegue a la cima.
Un parpadeo
todo se suspende,
el mundo se articula ajeno
en precipitados sonidos.
Esta oscuridad es una tregua,
comprendo entonces
mi oscura hambruna,
abro los párpados:
todo es instante,
los muertos,
las balas que nunca faltan,
mirar el hambre
de inocentes
e históricas sombras.
Estoy despierto,
triste,
como canto bajo tierra,
tengo sueño,
tengo sueños.
Tengo miedo
de saber
lo que saben los pájaros
y mirar,
mirar de nuevo
este país troceado
cómo restos de abrojo.
Tengo sueño,
y los cerros de fuego.
Tengo sueños.
Estoy despierto
lo atroz trozado,
la noche abierta,
el día.
Tengo sueño
me siento,
me paro,
tomo agua
y pienso.
Termino
por creer que he muerto.
Las pupilas rotas me dicen
que no es cierto.
Enrique Soberanes.
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