Soy un lago
horizontal reflejo del cielo,
exacta plata liquida.
Soy un pequeño dios
¿de amor u odio?.
Soy tardanza cruel,
justicia tal y como es,
intacto karma.
Soy ojo que mira
la pared opuesta del tiempo.
Soy una flor de colores,
tornasol,
tras tornado sol
que miro.
Medito:
Pero mi corazón se mueve,
sin cesar.
un tibio oleaje tempestuoso,
carmesí.
Ahora soy una estatua,
es decir, algo oculto.
Me separa las ciernes
de un corazón que late
Sobre mí una mujer sonríe.
Ella va y viene.
Sobre mí la noche,
se come al sol.
Vuelve la luna.
Veo su espalda,
soy un lago,
la reflejo.
Algo se mueve conmigo,
dentro.
Un pez terrible de muchos dientes,
o un coral silencioso y amable.
Pero vivo,
se mueve vivo,
como el lago,
espejo vertical,
consciente
de su propio naufragio.
Soy un lago
o alguien que hace señas desde la orilla
y se refleja,
las señas y lo demás.
Soy un hombre
dentro
un lago.
Soy lago
dentro
un hombre.
Soy un vórtice,
hombre lago
o lago hombre.
El agua alimenta mi fuerza,
las palabras me fluyen,
como ríos desbordados,
poesía nueva,
hombre silencio apalabrado.
Soy un lago,
reitero
como onda en la orilla,
beso la tierra.
Soy un lago
dentro vida.
Enrique Soberanes.
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