Hombre

sábado, 6 de enero de 2018
Imagen: Private Wave By Jaceck Yerka



Por la noche, cansada la costumbre de luz, el ser duda,
se arremete los piensos con lógica dura y el recuento de lo libre.
Ve los restos de un día cayendo detrás del muro roto,
herido de silencios se lame la silueta perforada.

Sombra aluzada a lengüetazos.

Es la soledad que aspira,
blanco subconsciente deshidratado,
gran satisfacción.

La cabeza vive.
Tiene vida propia.
¡Pobre cabeza sola, su cuerpo no le quiere!
Noche sola, sin cuerpo,
infinita luna sin tregua.

La lengua se me derrama por entre los dedos
arde el pecho, el aire me colapsa pero
ya no duele el horizonte,
no es herida, es grieta de luz,
es hueco respirante,
la esperanza que entra en mi rumbo.
son mis muertos que nunca mueren del todo,

¡Qué extraña cosa! lo duro ha desaparecido.
Una lluvia de mar moja mis pliegues. 

E.S.

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