Inventando al halcón - Inventing the Hawk

jueves, 28 de julio de 2011





Al principio no creyó en las palabras
que escuchaba, ese ruido incorpóreo
y azul que se internaba en su oído.
Pero ahora había algo triste en el aire,
una sensacion de espera,
como si el propio halcón se hallara
justo detras de la luz, enceguecido
por la ceñida capucha de cuero
que ella con sus dedos tendria que retirar.

Ya tenía su voz al menos,
un grito surgido desde el vientre,
resonando en el cuenco invertido
y oscuro de su cráneo.

Ella inventó sus alas, pluma tras pluma,
la roja suavidad de su cabeza,
sus ojos como joyas refulgentes
en el trance entre dormir y deambular.

¿Sólo ella los recordaba?
¿sólo ella conocía
sus colores y sus formas, la manera
en que inclinan el paisaje
con el simple ladeo de sus alas?

¿Era ésa la razón de haber vivido
largo tiempo en un lugar tan inclemente:
de viento y de cielo, de árboles chaparros
que recitan su rosario de pérdidas
afuera de su ventana?

En otra parte, sin duda, alguien dibuja
tuzas y ratones de la nada.
Quiza tambien era ésa su tarea,
pues con tanta claridad podía mirarlos:
estar siempre ahí tendida,
soñandoles cabella tras cabello,
invocando el nacimiento de las patas (su propio corazón
creciendo en timidez; los hoyuelos de su nariz, temblando).

Despues daría lugar a las semillas
en su infinita variedad -aquellas
que flotan tan ligero como el aire,
aquellas otras con esporas y púas
atrapadas en sus calcetas
cuando era niña,
o las radiantes, todavía no inventadas, hojas de hierba.

Lorna Crozier

Traduccion de Carmen Leñero
en el libro "La perspectiva del gato"
Trilce Ediciones, Coleccion Tristan Lecoq


0 comentarios:

Publicar un comentario